Hoy, hace 128 años moría Karl Marx, uno de los filósofos que más iba a cambiar la historia de la filosofía y de la humanidad. Acá un fragmento de sus manuscritos de 1844.
Marx joven.
Fuente: http://www.marxismo.cl/
Es sólo en un contexto social cómo el subjetivismo y el objetivismo, el espiritualismo y el materialismo, la actividad y la pasividad dejan de ser antinomias y dejan de existir como tales antinomias. La solución de las contradicciones teóricas es posible sólo a través de medios prácticos, mediante la energía práctica del hombre. Su resolución no es pues, de ninguna manera, sólo un problema de conocimiento, sino un problema real de la vida, que la filosofía fue incapaz de resolver precisamente porque sólo veía en él un problema puramente teórico.
"El sentido musical del hombre sólo es despertado por la música. La música más bella no tiene sentido para un oído que no sea musical, no constituye un objeto para éste, porque mi objeto sólo puede ser la confirmación de una de mis propias facultades. Sólo puede serlo para mí en tanto que mi propia facultad existe para sí como una capacidad subjetiva, porque el sentido de un objeto para mí no va más allá de mi sentido correspondiente (sólo tiene sentido para un sentido correspondiente). Por esta razón, los sentidos del hombre social son diferentes de los del hombre no social. Es sólo a través de la riqueza objetivamente desplegada del ser humano cómo se cultiva o se crea la riqueza de la sensibilidad humana subjetiva (un oído musical, un ojo sensible a la belleza de la forma: los sentidos, en una palabra, que son capaces de satisfacción humana y que se confirman como facultades humanas). Porque no son sólo los cinco sentidos, sino también los llamados sentidos espirituales, los sentidos prácticos (desear, amar, etc.), o sea, la sensibilidad humana y el carácter humano de los sentidos, los que puden surgir mediante la existencia de su objeto, a través de la naturaleza humanizada. El cultivo de los cinco sentidos es obra de toda la historia pasada. El sentido sujeto a las necesidades vulgares sólo tiene un sentido limitado. Para un hombre hambriento no existe la forma humana del alimento, sino sólo su carácter abstracto de comida. Lo mismo podría existir en la forma más grosera y es imposible determinar de qué manera esta actividad alimenticia diferiría de la de los animales. El hombre necesitado, cargado de preocupaciones, no aprecia el espectáculo más hermoso. El comerciante en minerales ve sólo su valor comercial, no su belleza ni sus características particulares; no tiene sentido mineralógico. Así, la objetivación de la esencia humana, teórica y prácticamente, es necesaria para humanizar los sentidos del hombre y también para crear los sentidos humanos correspondientes a toda la riqueza del ser humano y natural.
Así como la sociedad, en sus orígenes, encuentra a través del desarrollo de la propiedad privada con su riqueza y su pobreza (intelectual y material), los materiales necesarios para este desarrollo cultural, así la sociedad plenamente constituida produce al hombre en toda la plenitud de su ser, al hombre rico dotado de todos los sentidos, como realidad perdurable. Es sólo en un contexto social cómo el subjetivismo y el objetivismo, el espiritualismo y el materialismo, la actividad y la pasividad dejan de ser antinomias y dejan de existir como tales antinomias. La solución de las contradicciones teóricas es posible sólo a través de medios prácticos, mediante la energía práctica del hombre. Su resolución no es pues, de ninguna manera, sólo un problema de conocimiento, sino un problema real de la vida, que la filosofía fue incapaz de resolver precisamente porque sólo veía en él un problema puramente teórico.
Fuente: Manuscritos económico-filosóficos, en Erich Fromm, "Marx y su concepto de hombre", FCE, Mexico 1964, pp.142-143
128 años, No 228.
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