Por Sergio Friedemann
El llamado de Dios o
la política como vocación
Hace pocos días, en un acto de campaña en la Ciudad de
Buenos Aires, Scioli dijo que Dios lo preparó para ser presidente y que le
mandó una señal[1].
En consonancia, afirmó que está trabajando para el cargo de jefe de estado
desde que nació[2].
Esta idea del llamado del más allá, me recordó un texto del filósofo alemán Max
Weber: La política como vocación.